sábado, 23 de abril de 2016

Día Internacional del Libro: Diez adaptaciones que no te puedes perder


Alguien comparó alguna vez la relación entre cine y literatura con la de un matrimonio. No iba muy desacertado porque al igual que esta institución, pueden llevarse bien, regular, mal... ser fieles, infieles, tener una relación libre, y hasta culminar en divorcio. Pero en el fondo, por muy mal que salgan las cosas, ambas comparten algo esencial: la narración de una historia.

Cine y literatura tienen lenguajes completamente distintos, razón por la cual muchas veces los lectores vemos frustradas nuestras expectativas. En el cine prima la imagen, en el libro la palabra. Esto ya lo comprendió Hitchcock, adaptador de novelas poco conocidas en su tiempo (Psicosis, Rebeca, Los pájaros...) y al que le encantaba contar la anécdota de las dos ovejas que se están comiendo un rollo cinematográfico y una le pregunta a la otra: "¿qué tal está?" y la otra le contesta: "buah, me gustó más el libro".

Las comparaciones son inevitables, pero en el Día Internacional del Libro queremos repasar diez adaptaciones que hacen honor al libro del que parten. Unas destacan por su originalidad y riesgo, otras enriquecen la novela original al plasmar de forma maravillosa aquello que acontece entre sus páginas. 

Esta es solo una selección gourmet, sabemos que hay muchas más. Por eso, nos encantará que aportéis vuestra opinión :)

jueves, 14 de abril de 2016

Crítica de Kiki, el amor se hace



Arde Madrid
Por José Antonio García Sagardoy

El tercer largometraje tras las cámaras de Paco León nos acerca al atractivo mundo de las filias sexuales, con cinco historias amorosas que se entrelazan en un caluroso verano de la capital española. Kiki, el amor se hace llega a las salas tras el éxito de sus predecesoras, Carmina o revienta (2012) y Carmina y amén (2014), alejándose de los dos pilares que sostenían el personal universo creado por el director: su hermana (María León) y –en mayor medida– su madre (Carmina Barrios). Esta separación, que en principio puede apenar a los seguidores de la nueva musa de la comedia española, resulta de lo más satisfactoria, pues nos muestra al sevillano agudizando y definiendo su estilo propio en un proyecto diferente, apartado del contexto familiar que ya nos mostró anteriormente. 

La intención por parte de los productores (Vértigo Films / Telecinco Cinema) de realizar un remake del filme australiano The Little Death (Josh Lawson, 2014), solo se aceptó al quedar claro que León podría hacer lo que le diese la gana con el material de partida –filme de tonos fríos que cuenta con un último tramo mucho más dramático que Kiki–, siempre respetando la esencia de la película de Lawson. Así, advertimos la diferencia ya desde el título. Si la cinta de 2014 se apodaba “la pequeña muerte”, en clara alusión al orgasmo; en el de León, su subtitulo “el amor se hace” alude al tiempo y la voluntad que hay que invertir en una relación amorosa. Y es que “el amor se construye” poco a poco, con paciencia y en ocasiones, hasta con sexo.

viernes, 8 de abril de 2016

Las muchas adaptaciones de Orgullo y Prejuicio de Jane Austen


Por María José Agudo

Que Jane Austen (1775-1817) es como un imán para las adaptaciones es algo indiscutible. Todas sus novelas cuentan con varias traslaciones a la pantalla grande de un modo más o menos fiel. También la televisión ha sido testigo de los romances y peripecias de algunas de sus más afamadas protagonistas, como Lizzy Bennet de "Orgullo y Prejuicio" (1813), personaje considerado por muchos expertos como la primera heroína moderna de la literatura inglesa. 

Ahora está en los cines otra vuelta de tuerca de su novela más conocida Orgullo y Prejuicio y zombiespelícula basada en el best-seller del mismo nombre escrito por Seth Grahame-Smith & Jane Austen (el autor se ha permitido la licencia de incluir a la autora original). En esta nueva revisión algo gamberra, dirigida por Burr Steers y con Lily James (Cenicienta) y Sam Riley (Maléfica) como Elizabeth y Mr. Darcy respectivamente, las cinco hermanas Bennet tienen que lidiar con cosas más complicadas que encontrar un buen partido y conservar su dote. La apacible villa de Meryton se ve infectada de zombies sedientos de carne humana y es ahí donde estas damas van a tener que desplegar otros encantos más letales.  

Imagen de la novela escrita por  Seth Grahame-Smith

No deja de ser curioso que este clásico que ya ha cumplido 200 años no haya perdido popularidad y siga siendo objeto de continuas adaptaciones o vueltas de tuerca. Lo cierto es que al principio la novela no lo tuvo nada fácil. La primera vez que Jane Austen la publicó fue el 28 de enero de 1813, y lo hizo de forma anónima cediendo los derechos de la novela por tan solo 110 libras. Por aquel entonces no estaba bien visto que una joven escribiera y tuviera inquietudes literarias, así que Jane firmó su novela como 'Una dama'. Pero pronto el romance de Lizzy y Darcy se convirtió en un fenómeno editorial y con el tiempo algunos miembros de la familia Austen revelaron que estaba escrita por alguien de su sangre. Así fue como Jane Austen se hizo famosa. 

martes, 5 de abril de 2016

Centenario del nacimiento de Gregory Peck

Hoy 5 de abril se cumplen 100 años del nacimiento de uno de los actores más queridos y respetados del cine: Gregory Peck. Nacido en 1916 en La Jolla (California) el destino quiso que abandonara los estudios de medicina para poder dedicarse a su verdadera vocación: la interpretación. El gusanillo se lo había transmitido su abuela materna con la que devoraba películas, aliviando así el divorcio de sus padres. Tras una corta temporada en Broadway, muy pronto su porte y su fama de buen chico le abrirían las puertas de la meca del cine, debutando en 1944 de la mano de Jacques Tourneur en Días de Gloria (1944). Los hábitos religiosos le dieron suerte y gracias a su papel de misionero entregado (Las llaves del reino) consiguió su primera nominación al Oscar.

Las llaves del reino (1944)  de John M. Stahl 
Poco a poco se fue labrando una carrera que le llevó a trabajar a las órdenes de algunos de los mejores directores de la época: Hitchcock (Recuerda, El proceso paradine), Elia Kazan (La barrera invisible), William Wyler (Vacaciones en Roma, Horizontes de grandeza), John Huston (Moby Dick), Raoul Walsh (El mundo en sus manos), King Vidor (Duelo al sol) o Robert Mulligan entre otros. Este último le proporcionó su papel favorito: el abogado y padre ejemplar Atticus Finch de Matar a un ruiseñor, la adaptación al cine de la obra homónima de la recientemente fallecida Harper Lee. 


Gracias a su inolvidable Atticus, considerado el mejor héroe del cine por delante incluso de Indiana Jones, consiguió su único Oscar como mejor actor principal en 1961. Este personaje le permitió seguir estando en activo en los 60 pese a que su fama de estrella había vivido tiempos mejores. En esos años, continuó cultivando esa imagen de hombre íntegro y justo que le llevó a participar en diferentes causas humanitarias, como los derechos de la comunidad negra o la lucha contra el cáncer. Los más jóvenes lo descubrimos como el sufrido padre de todo un clásico del terror La profecía . Pese a que sus papeles de villano se pueden contar con los dedos de una mano (Duelo al sol o Moby Dick) en 1978 dio vida al famoso médico (o más bien sádico), Josef Mengele en Los niños del Brasil (Franklin J. Schaffner, 1978)

Su última actuación fue el telefilm  El retrato (Arthur Penn, 1993) junto a Lauren Bacall y su hija Cecilia Peck, también actriz. Murió en 2003. Su panegírico fue leído por el actor Brock Peters, el inolvidable Tom Robinson (el hombre negro acusado de violar injustamente a una blanca) de Matar a un ruiseñor.

Nuestro periodista del Hollywood clásico, Milton River, también ha querido dedicar unas líneas a esta gran estrella del cine. En ellas te enterarás de algunas curiosidades.



"Eldred Gregory Peck hizo bien en quitarse su primer nombre, puesto al azar por sus padres, y cambiar de profesión. Pocos actores han sabido transmitir ese aire de hombre bueno y justo que él bordaba. 

La publicidad de la época lo definía como "alto, moreno y guapo" y esta vez no mentía. Al principio, todos los papeles que no quería Cary Grant recaían en él, como el pícaro periodista de Vacaciones en Roma, la película en donde conoció a una de sus mejores amigas, Audrey Hepburn. Pero Peck no se lo tomaba mal y siguió trabajando duro, tan duro que casi la palma en el rodaje de Moby Dick de Huston. 

Morir ahogado en un rodaje le hubiera impedido protagonizar la película que más se ajustaba a su personalidad, Matar a un ruiseñor. Cuando el guion cayó en sus manos, antes ofrecido a James Stewart o Rock Hudson (???), se lo devoró en una noche y supo que él tenía que ser Atticus Finch. El noble abogado sureño le aportó tanto en lo personal y profesional, que siguió manteniendo durante el resto de su vida un vínculo con algunos de sus actores, así como su autora. La misma Harper Lee hasta le regaló el reloj de pulsera de su padre, el mismo que luce en el filme.  

Peck nunca quiso ser una estrella rebelde, nunca dio un escándalo y su fama de héroe mundano se la ganó a pulso defendiendo muchas causas civiles. Es por eso que hoy lo recordamos con tanto cariño. Por eso, y por sus muchos papeles buenos, esos nunca mienten"