Por María José Agudo @Mary_Agurod
De entre todos los
obituarios dedicados al músico estadounidense James Horner, fallecido el 22 de
junio en accidente de avioneta a unos tempranos 61 años, hay uno con el que me
he identificado mucho, el expresado en Twitter por el director español Juan Antonio
Bayona (El orfanato, Lo imposible), quien ha escrito que "Horner
le puso música a nuestra infancia". En efecto, Horner marcó a toda una
generación de futuros cinéfilos. Repasando hoy las innumerables bandas sonoras
que compuso este laureado autor (consulta todas sus nominaciones y premios) me he
reencontrado con partituras que había olvidado que eran suyas. Melodías que me
acompañaron en mi más tierna infancia (¡benditas sean las películas del
olvidado Don Bluth!) o música que servía para que soñara despierta con el
primer beso de un chico que fuera un clon de Devon Sawa en Casper. (cosas de la edad)
Por eso, como recuerdo a este grande (también criticado por su tendencia a autoplagiarse, véase el parabará) he querido rescatar ocho de sus bandas sonoras. No es una selección de lo mejor, aunque algunas de ellas sí lo sean, son aquellas que me retrotraen a cuando era una niña o una adolescente adicta a
1. Fievel y el nuevo mundo (1986)
Don Bluth fue el director responsable de este éxito del cine de animación producido por el estudio de Spielberg, Amblin Entertainment, y que provocó que muchos niños casi quemásemos la cinta VHS de tanto verla. Escuchar al ratoncito Fievel cantar el tema que compuso Horner, "Somewhere out there”, era una delicia. Aunque por aquella época, los espectadores españoles tuviéramos que escuchar la versión doblada al latino, que todo sea dicho, también tenía su encanto. 1986 fue uno de los años clave para el compositor ya que que optó por primera vez al Óscar y lo hizo por partida doble: por la canción original que compuso para esta odisea ratonil y por su apocalíptica música para Aliens, el regreso, que supuso su primer trabajo con James Cameron. Horner también se encargaría años después de la música de la secuela de Fievel, Fievel va al Oeste (1991), de la que también guardo un grato recuerdo.
Don Bluth fue el director responsable de este éxito del cine de animación producido por el estudio de Spielberg, Amblin Entertainment, y que provocó que muchos niños casi quemásemos la cinta VHS de tanto verla. Escuchar al ratoncito Fievel cantar el tema que compuso Horner, "Somewhere out there”, era una delicia. Aunque por aquella época, los espectadores españoles tuviéramos que escuchar la versión doblada al latino, que todo sea dicho, también tenía su encanto. 1986 fue uno de los años clave para el compositor ya que que optó por primera vez al Óscar y lo hizo por partida doble: por la canción original que compuso para esta odisea ratonil y por su apocalíptica música para Aliens, el regreso, que supuso su primer trabajo con James Cameron. Horner también se encargaría años después de la música de la secuela de Fievel, Fievel va al Oeste (1991), de la que también guardo un grato recuerdo.
2. En busca del valle encantado (1988)
¿Cómo olvidar al grupo protagonista de esta tierna película también de Don Bluth y producción de Spielberg, que nos acercó al mundo de los dinosaurios antes de Jurassic Park? Con Piecito y sus amigos emprendimos el viaje hasta el Gran Valle, aprendiendo por el camino cosas tan importantes como el valor de la amistad y que nunca hay que rendirse. La hermosa partitura sinfónica que compuso Horner es perfecta para ilustrar la mágica aventura de esta variopinta pandilla de pequeños dinosaurios. Bellísima película de animación que tuvo numerosas secuelas, ninguna a la altura de la original.
3. Casper (1995)
James Horner siempre ha tenido la capacidad de crear melodías muy líricas con los que a duras penas podemos reprimir las lágrimas.Y el tema central de Casper es de los más emotivos, pese a no figurar entre sus trabajos más destacados. Horner compuso una nana, el leit motiv asociado al protagonista, que funcionaba muy bien en una película familiar que tenía un poso melancólico. El clímax de llanto se alcanzaba cuando contemplábamos atónitos como el "fantasma bueno" recuperaba su forma humana. Devon Sawa solo apareció unos minutos pero le bastó para enamorar a muchísimas adolescentes, incluida la que escribe :). La banda sonora exploraba el lado tierno y misterioso de este personaje, muy popular en los EE.UU., y que también dio al salto a los dibujos animados de la mano de Hanna-Barbera.
James Horner siempre ha tenido la capacidad de crear melodías muy líricas con los que a duras penas podemos reprimir las lágrimas.Y el tema central de Casper es de los más emotivos, pese a no figurar entre sus trabajos más destacados. Horner compuso una nana, el leit motiv asociado al protagonista, que funcionaba muy bien en una película familiar que tenía un poso melancólico. El clímax de llanto se alcanzaba cuando contemplábamos atónitos como el "fantasma bueno" recuperaba su forma humana. Devon Sawa solo apareció unos minutos pero le bastó para enamorar a muchísimas adolescentes, incluida la que escribe :). La banda sonora exploraba el lado tierno y misterioso de este personaje, muy popular en los EE.UU., y que también dio al salto a los dibujos animados de la mano de Hanna-Barbera.
4. El nombre de la rosa (1986)
Esta película me acompañó en mi adolescencia
porque era una de las más socorridas para proyectar en alguna asignatura, bien
fuera en Literatura,
Filosofía o en Ciencia,
tecnología y sociedad. Supongo que debía ser por su buena recreación
histórica o por las enseñanzas de Fray Guillermo de Baskerville (personaje
inspirado en Guillermo de Occam, uno de los filósofos más polémicos de la Edad Media y que
maravillosamente interpretó Sean Connery). Hay que reconocer que por lo
menos, los profesores tenían buen gusto. En lo que toca a Horner, su música fue responsable de dar un
tono aún más siniestro y retorcido a lo que en imágenes contaba Jean-Jacques
Annaud. Los crímenes que
suceden en la abadía son acompañados a ritmo de sintetizador, algo que en un
principio puede chocar por anacrónico, pero que acaba aportando mucho suspense.
5. Leyendas de pasión (1994)
Este dramón de Edward Zwick fue uno de mis
placeres culpables, y no solo tuvo la culpa un Brad Pitt con melena al que le
iba como anillo al dedo su personaje, sino la música de Horner, que acrecentaba aún más el tono melodramático de esta
historia repleta de amores desgarrados y enfrentamientos fraternales. El film
hoy quizás puede verse como un folletín algo lacrimógeno que
contó con una hermosa fotografía (ganadora de un Oscar) y un reparto muy de los
90 (desde Anthony Hopkins hasta Julia Ormond o Aidan Quinn), pero la
conmovedora banda sonora de Horner quedará siempre en la memoria de muchos
cinéfilos.
6. Braveheart (1995)
Pasamos a una de sus creaciones más populares, y
podría decirse que una de las más cautivadoras. Parece que si cierro los ojos me imagino a mí
misma viendo con mi padre la heroica resistencia de William Wallace. La banda sonora se
ajusta de manera formidable al guion de Mel
Gibson; Horner no duda en utilizar música de Escocia y
con aires celtas para ambientar la historia. Especialmente recordados son los
cortes más intimistas, asociados a su historia trágica de amor con Munron, y
que dotan al segundo largometraje de Gibson de un aura romántico muy hermoso.
La épica y la lucha de un héroe comprometido con su patria está muy presente en
el film de Gibson, y en este sentido, Horner no falla y sus notas ayudan a
reforzar el mensaje final de libertad que desprende el film. Pese a lo sobresaliente
del conjunto, Braveheart perdió el Óscar a mejor banda sonora dramática frente al
veterano Luis Bacalov y su trabajo para El cartero de Pablo Neruda.
7. Titanic (1997)
Y llegamos sin duda a su banda
sonora más conocida por espectadores de todo el mundo, y que forma parte de la cultura popular. Parece que fue ayer cuando mis amigas y yo hacíamos una cola inmensa para poder verla (babeábamos por Leonardo) y nos dieron unos asientos en platea en donde no podíamos ni estirar las piernas. Volviendo a la música, ¿qué sería de la historia de amor de Jack y Rose sin el acompañamiento de Horner?. El mérito de este trabajo es que si uno piensa en la superproducción de James Cameron, lo primero que viene a su recuerdo es la música, y la cancioncita de Celine Dion, a la que llegamos a cogerle manía. Gracias a Titanic, Horner consiguió sus dos únicos Oscars: mejor banda sonora y mejor canción original para My heart will go on. Y eso que en un principio Horner no estaba seguro de incluir canciones en la banda sonora. El score de Titanic es fundamentalmente romántico y combina música con toques celtas, grandes orquestaciones y coros. La banda sonora más vendida de la Historia.
Una pena, la verdad. Para mí era el mejor y por la BSO de Braveheart le tendrían que haber dado el Óscar, pero en fin. No tenía ni idea de las BSO de Fievel y de En Busca del Valle Encantado XD y si hubiera hecho lista hubiera incluido Willow que está chula. Un saludo!
ResponderEliminarGracias por leer el especial Edu, por tu avatar ya sabemos que eres superfan de Braveheart, que como dices debió ganar el Oscar ese año, un año en que Horner estuvo doblemente nominado, por esta y por Apolo 13.
EliminarUn saludo.
Qué pena me dio cuando me enteré. No me lo podía creer! Se nos ha ido un gran compositor que hizo maravillosas BSO. Aquí otra fan de Braveheart. Cada vez que veo la peli se me saltan las lágrimas, pero ahora que ya no está Horner, uf, creo que a la próxima que la visualice, lloraré a lágrima viva.
ResponderEliminarUn saludo!