¿Es Blue Jasmine como dicen la mejor película de Woody Allen en décadas, o simplemente su buena acogida se debe a que al lado de algunos de los últimos trabajos del singular director este descenso a los infiernos de una pija redomada neoyorquina nos parece excepcional?
Quizás sea cosa mía pero a pesar de la ola positiva de críticas que ha bañado a Blue Jasmine, pienso que no estamos ni de lejos ante el mejor Woody Allen aunque sí mejora con creces los resultados de otras últimas películas suyas. Siendo sincera y juzgándola ya sin comparaciones, no encuentro en ella, a excepción de la tremenda interpretación que hace Cate Blanchett (tambaleándose entre la fina línea que a veces separa la cordura de la locura) una película tan merecedora de tan altos elogios.
Quizás sea cosa mía pero a pesar de la ola positiva de críticas que ha bañado a Blue Jasmine, pienso que no estamos ni de lejos ante el mejor Woody Allen aunque sí mejora con creces los resultados de otras últimas películas suyas. Siendo sincera y juzgándola ya sin comparaciones, no encuentro en ella, a excepción de la tremenda interpretación que hace Cate Blanchett (tambaleándose entre la fina línea que a veces separa la cordura de la locura) una película tan merecedora de tan altos elogios.
El motivo principal de mi tibieza ante Blue Jasmine, aparte de un doblaje pésimo que condicionó mi visionado y que no me quedó más remedio que tragarme, es que no logro identificarme con su protagonista, a pesar de que sea con creces el mejor papel de todos y el más complejo por la cantidad de matices que tiene. Jasmine no cae bien al espectador, porque aunque haya comicidad en su figura y sonriamos con su incapacidad para adaptarse a un mundo que no es el suyo, el retrato que de ella hace Allen es implacable. Como si quisiera vengarse de su personaje principal, el director y guionista no duda en someter a la pobre Cate a un via crucis que remata con un final desolador, casi para mí lo mejor de toda la película, y la única escena que realmente logró emocionarme.
Los ricos también lloran
Los ricos también lloran
De ricos y pobres está plagado Blue Jasmine, y es posible hasta realizar una lectura de la crisis actual, encontrando en el reparto a todos los perjudicados o favorecidos por esta situación económica, desde los que tenían el poder y los medios económicos para estafar a la clase media, siempre deseosa de aumentar su riqueza, hasta de los que fueron cómplices con los tejemanejes ilícitos, es el caso de Jasmine, toda una experta en hacerse la "longuis" y mirar hacia otro lado cuando las cosas se ponen feas. Pero todo esto está contado de un modo muy liviano. No estamos ante El capital de Costa Gavras, aquí la crisis es más un pretexto argumental para narrar la historia de una mujer que tras sus bolsos de Vuitton y su porte elegante da mucha pena, y que recuerda por momentos a la Blanche Dubois del mítico clásico Un tranvía llamado deseo. Recuerda porque como la otra es una snob, está acabada y busca amparo en la casa de su hermana, creando un conflicto con el novio de ésta (Bobby Cannavale), un tipo que sabe ponerla en su sitio pero como el personaje de Brando, algo violento, aunque con mejor fondo que el personaje escrito por Tennessee Williams.
Los ricos también lloran parece contarnos Allen, y en palacio también cuecen habas, bien lo saben hasta en nuestra casa real, pero Blue Jasmine me deja algo fría, y tan solo encuentro realmente destacable el rostro desencajado de una actriz que logra mimetizarse con el patetismo de su personaje.
En definitiva, para mí Match Point sigue siendo hasta la fecha la mejor película de la última etapa de este autor con mayúsculas, un director capaz de rodar obras maestras, películas mediocres y otras más que aceptables como Blue Jasmine pero ya sin el brillo de antaño.
¿Y a ti qué te ha parecido? ¿Es tan buena como dicen?
A mi me ha gustado bastante pero el doblaje es horripilante, imprescindible verla en VOS.
ResponderEliminarToda peli que haga Sally hawkins me encanta xD
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