Gracias a los amigos de Sensacine nuestro corresponsal en Madrid, Julio César, pudo disfrutar del fantástico preestreno de Lobezno Inmortal. Ahora nos trae la crítica de la última incursión de Hugh Jackman en el mutante más rentable de toda la Marvel.
Si algo me gustó de X-MenOrígenes: Lobezno (Gavin Hood, 2009) fue descubrir (lo siento, soy lego en cómics de superhéroes, más allá del patrio SuperLópez) la inmortalidad de Lobezno y cómo éste participó en algunas de las conflagraciones más cruentas dela Historia
(la Guerra Civil
Estadounidense, Primera y Segunda Guerras Mundiales y la Guerra de Vietnam). Esa
inserción en nuestro mundo real le confería un atractivo al personaje cercano
al de los antihéroes de Watchmen (rompedora novela gráfica de Alan Moore e
infravalorada película de Zach Snyder).
LOBEZNO INMORTAL: LOGAN, EL ÚLTIMO SAMURAI
Si algo me gustó de X-MenOrígenes: Lobezno (Gavin Hood, 2009) fue descubrir (lo siento, soy lego en cómics de superhéroes, más allá del patrio SuperLópez) la inmortalidad de Lobezno y cómo éste participó en algunas de las conflagraciones más cruentas de
Lobezno Inmortal (James
Mangold, 2013) abre el telón con un prólogo sublime, situado en la Segunda Guerra
Mundial (no destriparé más); sin embargo, a pesar de que se vuelve al mismo a
través de algún que otro flashback, el prometedor inicio solo sirve de pretexto
para un argumento descabellado, que pierde interés conforme la trama se olvida
del quién para centrarse en el dónde.
Sí, señores, Japón es el auténtico
protagonista de la película, y asistimos a refritos de “esto ya lo he visto
yo”, del calibre de thriller oscuro con los Yakuza de por medio (Black Rain), relación sentimental
occidental-japonesita tradicional (El Último Samurái) y, cómo no, coreografías llenas de ninjas encapuchados
tratando de derribar a Lobezno a base de volteretas. Todos los clichés del país
nipón están presentes en el film, si bien algunos rezuman originalidad y
consiguen sacarnos una sonrisa (pista: poned en google rabu hoteru y sabréis a qué me refiero).
Así las cosas, y habida cuenta de
que no parecía muy ocupado en su Canadá natal, nuestro mutante se deja llevar
por las intrigas del conglomerado Yashida en el País del Sol Naciente, mientras
cada noche combate su pasado y su desdichada condición inmortal. Así llegamos al clímax de la película, el cual recupera el habitual comportamiento errático y
megalómano de los villanos de cómic de una forma tan histriónica y chillona que
nos recuerda a los enemigos que había de enfrentar Batman en los esperpentos
perpetrados por Joel Schumacher. La última modelo rusa metida a actriz, Svetlana Khodchenkova, recrea un personaje (Vyper, Madame Hydra) que me resulta un cruce entre una concursante
de Gandía Shore y Poison Ivy, la enemiga del Hombre Murciélago protagonizada por Uma Thurman. De hecho, sus “nombres de guerra”, apariencias y poderes son bastante
similares.
Di mi nombre bien o si no te depilo con pinzas el pecho |
En definitiva, una oportunidad
perdida de la Marvel
de relanzar sus spin offs de mutantes
y eso que se trata del más carismático e individualista de todos. Debe ser que
la fórmula funciona mejor en la dirección contraria (las series individuales de
Los Vengadores prepararon el terreno para el espectáculo coral de la película
estrenada el pasado año).
Lo mejor: el prólogo, una auténtica maravilla, la escena de acción que se desarrolla en lo alto de un tren, intensa y espectacular. Es una película de la Marvel , lo que significa
que no has de tener prisa por abandonar la sala a pesar del flojo final de la
cinta. Tras los títulos de crédito nos espera una escena que nos
devuelve la magia y grandilocuencia del Universo Marvel que parecen perdidas en
este sub-producto.
Lo peor: Japón termina por devorar a Hugh Jackman. Los vaivenes del argumento alejan al personaje de su universo mutante y para cuando intentan cerrar la historia y volver a sus orígenes, resulta tarde. Cada aparición de Famke Janssen es un bajón, y no será porque le quedan mal los camisones…
Lo peor: Japón termina por devorar a Hugh Jackman. Los vaivenes del argumento alejan al personaje de su universo mutante y para cuando intentan cerrar la historia y volver a sus orígenes, resulta tarde. Cada aparición de Famke Janssen es un bajón, y no será porque le quedan mal los camisones…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todo comentario es bienvenido siempre que sea respetuoso y tenga que ver con el post en cuestión. Por favor, escribe en minúsculas. Gracias :)