Decía Hitchcock que el auto-plagio era tener estilo, y ¿hay estilo más inconfundible que el de Tarantino? En Django desencadenado (Django Unchained), el de Knoxville la vuelve a liar y nos presenta un western a su medida en donde no falta una buena selección musical, diálogos nada correctos y ese líquido espeso al que ya nos tiene acostumbrados. Y no, no me refiero al batido que se bebía Mia Wallace (Uma Thurman) en Pulp Fiction.
Vuelve Tarantino a reescribir la historia y vuelve a hacerlo reencarnado en un justiciero implacable. Se ha propuesto modificar algunos de los hechos más vergonzosos perpetrados por el ser humano. Y si en su anterior película, Malditos bastardos, los nazis cobraban su merecido, ahora el elegido para protagonizar una historia de venganza es un esclavo negro llamado Django (Jamie Foxx) ("la D es muda, no se pronuncia"). El rey de las referencias a la cultura popular clama venganza una vez más, aunque esta vez incluya otros ingredientes: un poco de buddy movie y un rescate de la chica del héroe que conecta con la leyenda alemana El cantar de los nibelungos.
Tras un inicio espectacular donde suena la música original del spaghetti-western Django (film adorado por Tarantino y al que aquí rinde homenaje) asistimos a una presentación de personajes "marca de la casa". Con una sola secuencia, el Dr. King Schultz ya se ha ganado a los espectadores. Punto para Christoph Waltz, el último actor fetiche de este director y reciente ganador del Globo de Oro y el Bafta al mejor actor secundario. (Tranquilo Jamie que como aquella película de Leone ya llegará tu hora).
Los dos Djangos en escena, el nuevo y el original: Franco Nero |
Llegada la segunda parte de la trama aparece en escena uno de los personajes más poderosos de toda la película. Estoy hablando de Calvin Candie, el malvado propietario de Candyland, interpretado con mucho hijoputismo por Leonardo Dicaprio. Puede que los de la Academia, Globos...aún no le hayan perdonado haber sido un ídolo de quinceañeras, pero una vez más Dicaprio demuestra su talento. En esta parte se suceden diálogos muy ingeniosos, presenciamos escenas brutales y Tarantino prepara bien el terreno para el clímax final, sin embargo, el ritmo decae en algún momento.
Y cuando llega el clímax (ahora sí es tu momento Jamie) asistimos a una espiral de violencia excesiva como liberadora, y en donde Foxx reclama el papel protagonista que los tres secundarios le estaban quitando. A partir de ahí tiene lugar una resolución bastante prescindible y a la que le sobran minutos para ser redonda. Para colmo, Tarantino, con algunos kilos de más, se reserva un papelito que bien podía haberse ahorrado.
En definitiva, el western que siempre soñó hacer Tarantino es fruto de su cinefilia y sus pasiones. Sangre, música, mitos caídos... y sobre todo, mucha diversión.
Lo mejor: El comienzo. Los personajes y sus intérpretes, sobre todo ese trío de secundarios de oro: Waltz, Di Caprio y Samuel L. Jackson, este último en un papel que seguro que ha incendiado a más de uno. El guion lleno de diálogos ágiles, gamberros y algunas frases más serias. La aparición de Don Jonhson en un pequeño papel. La selección musical: desde Luis Bacalov hasta su amado Morricone quien le ha compuesto un tema original "Ancora Qui".
Lo peor: Que recuerde más a Malditos Bastardos que a Pulp Fiction, para mí su mejor película. Se excede en metraje. Se podía haber sacado más jugo a los personajes femeninos.
Se excede en metraje, a veces se hace larga,hay muchos puntos de tensión y cuando parece que acaba, pues no lo hace. Pero a la vez no quieres que acabe. El Oscar para Waltz, y mucho elogios para Tarantino, es increible, todas sus películas tienen su sello!!Muchísimo mejor que Malditos Bastardos!!Perfecta la fotografía, super cuidado todo, con el más mímimo detalle!Me ha encantado!!
ResponderEliminarUn saludo!!
Sara.
Pues sí, los secundarios le dan mucho peso a la historia (también me gustó Foxx). A pesar de durar tres horitas, no se me hizo larga; aunque, como dices, quizás podría haber recortado algo de metraje. En algunas situaciones parece imposible que el protagonista no muera...y que la suerte o las circunstancias le favorezcan de tal manera. En fin, la película no defraudará a los seguidores de Tarantino y es más que correcta. Saludos!
ResponderEliminar¡Hola! Como no podía ser otra manera, somos fans de tu crítica y estamos muuy de acuerdo con ella! :) Sobra metraje, lo mejor es la primera parte, la música y la fotografía son geniales y Tarantino consigue con excelente/notable alto (aquí estaba nuestra discordia, hehe) el spaghetti western que tanto había soñado!
ResponderEliminar¡Saludos!
Llevo unos años reacio con el tio Quentin... incluso he llegado a aborrecerle, pero después de lo que estoy leyendo de "Django" creo que es momento de darle una segunda oportunidad ;)
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios, veo que coincidimos en todo, que consenso con el tio Quentin como dice Casper.
ResponderEliminarSaludos!!
Hola!!
ResponderEliminarMe gustó mucho este filme de Tarantino. Por fin hizo un Western. Un reparto de lujo, excelente interpretación de los actores, banda sonora, magnífica. Sencillmanete, genial!
Me hago seguidora de tu Blog!
Un saludo!
Me decepcioné tanto, no fue lo que esperé. El reparto es de los elementos más representativos de esta película, siendo Leonardo DiCaprio, Kerry Washington mis favoritos. Respecto a la historia la verdad es que es muy poco original, con la clásica figura del cazarrecompensas movido por el dinero, la justicia “sui generis”, y un relato de emparejamiento “buddy movie” y venganza adornada con flashbacks y escenarios que remiten tanto a los paisajes almerienses de Eastwood. Narrativamente se alarga sin medida contando una historia sobre esclavitud y racismo en el sur de los Estados Unidos, empleando violencia gratuita suavizada por la comicidad y el desenfadado con rasgos de humor negro, maniqueísmo, caricatura. Le falta énfasis en el tono paródico e inventiva.
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