viernes, 31 de agosto de 2012

Las bicicletas son para el verano


Se acerca septiembre y con este mes el fin del verano. Pero no os pongáis tristes, porque si aún queréis regodearos en historias estivales, podéis leer el último número de la revista de cine Versión Original. Dedicado a esta calurosa estación, desde las páginas de este nuevo número podréis acercaros a películas como: Un verano con Mónica, Pauline en la playa, Dos en la carretera, La Matanza de Texas, Mi chica... y muchas más. 

Esta vez, la que os escribe ha optado por cine español, en concreto, por Las bicicletas son para el verano, una película de Jaime Chávarri que nos habla del horror de la guerra civil española desde una óptica costumbrista. 

Reproduzco algunos fragmentos del artículo "El verano en que Luisito se quedó sin bicicleta".

"Madrid, verano de 1936, en un cine se estrena Tres lanceros bengalíes (Henry Hathaway; 1934; EE.UU). Luisito (Gabino Diego) y su amigo Pablo hablan de cine y novelas bélicas. La conversación les lleva a jugar a la guerra. Es solo un divertimento inocente de dos niños. Ambos están convencidos de que en España no puede desatarse una guerra. Unas bellas y poéticas imágenes en sepia -acompañadas de la banda sonora de Francisco Guerrero- contrastan con un sonido de disparos de fondo. Luisito y Pablo juegan a matarse pero muy pronto otros lo harán de verdad: amigos, hermanos, personas enfrentadas por su ideología en una espiral de horror y miseria.

Agustín González, en uno de sus mejores papeles
Así comienza Las bicicletas son para el verano, adaptación dirigida por Jaime Chávarri en 1984, basada en la obra homónima de Fernando Fernán-Gómez (Premio de teatro Lope de Vega en 1978). Situada en el contexto de la Guerra Civil española, esta comedia de costumbres, fue uno de los grandes éxitos del cine español de los 80. No es de extrañar, porque pocas películas de nuestro cine han hablado de la Guerra Civil desde un punto de vista tan cotidiano y real. El director de Las cosas del querer retrata a unos personajes cálidos y cercanos, identificables en la España de ese tiempo. Buena parte de este mérito la tiene el fantástico reparto, tanto principal como secundario: Agustín González (el único actor que venía de participar de la obra de teatro original) Amparo Soler Leal, Victoria Abril, Marisa Paredes, Aurora Redondo, Carlos Tristancho, Emilio Gutiérrez Caba, Alicia Hermida... y en su primer papel protagonista: un jovencísimo Gabino Diego.

(...)Las Bicicletas son para el verano es una recomendable película que nos habla de un verano que nunca tuvo que haber llegado. Al final de esta historia, cuando por fin termina la guerra y llega la ansiada paz, el padre le dice con amargor a su hijo que no es la paz lo que ha venido, sino la victoria. Y exclama una frase que se nos queda grabada en la cabeza y el corazón: "Sabe Dios cuándo habrá otro verano".

Si aún queréis más, podéis leer el artículo completo, así como toda la revista, haciendo click aquí

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