Ratatouille: para chuparse los dedos

Amantes del cine, abrid bien la boca porque seguro que con el último número de la revista  Versión Original os va a entrar un poco de hambre.


En anteriores números ya se había tratado la comida en el séptimo arte, pero aún no se había escrito sobre restaurantes. Y en este ejemplar, como se dice en términos coloquiales, nos hemos puesto las botas. Desde las páginas de este número podéis acercaros a conocidos restaurantes de ficción. Algunos cocinan nouvelle cuisine como Ratatouille (la película que yo he escogido) o Deliciosa Martha, otros son orientales (Comer, beber, amar, Tampopo) y los hay  tirando a grasientos (Fast Food Nation, Pulp Fiction) entre otros muchos.


Una rata en mi cocina

Como decía antes, para este monográfico yo he optado por una de las películas que mejor refleja las entrañas de un restaurante: Ratatouille (Brad Bird; 2007; EE.UU). La historia de Remy, una rata que sueña con ser cocinera de la nouvelle cuisine, fue todo un éxito de público y crítica que  conquistó a niños y grandes (exceptuando a inspectores de control y sanidad alimentaria)


Como menciono en el artículo, en Ratatouille hay humor, aventuras, personajes entrañables, una banda sonora que seduce a los paladares más exquisitos, pero uno de sus puntos fuertes es el apartado técnico. Y es que los creadores de Toy Story, Bichos...buscaban reflejar de  manera realista y atractiva el mundo de los restaurantes gastronómicos. 


Y vaya si lo consiguieron. Para ello, sus artífices se prepararon a conciencia (comieron en las cocinas de los mejores restaurantes de París, todo el equipo asistió a clases de cocina, recibieron nociones de chefs profesionales…) Es por eso que los detalles parecen tan reales (la forma en que se pica la verdura, las ollas de latón, el humo que se desprende de la sopa que arregla Remy, las salsas, el pan crujiente…) No es de extrañar que hasta nuestro cocinero más prestigioso e innovador, Ferran Adrià, se declarase un gran enamorado de esta cinta. 


En definitiva, Ratatouille reúne todos los ingredientes para ser considerada una fantástica película. Podéis leeros el artículo y la revista completa haciendo click aqui


Bon appétit, me despido con mi escena favorita de la película, protagonizada por el estirado crítico culinario Anton Ego. Y os lanzo una pregunta ¿Cuál es tu restaurante de ficción (cine) preferido?