Química, humor y gotitas de drama social
Cuando una película viene precedida de un éxito arrollador
en taquilla, como es este ejemplo, suelo ir al cine con reservas. Las
expectativas pueden derrumbarse en cualquier momento y no siempre lo taquillero
es sinónimo de calidad (el ejemplo lo tenemos en nuestra franquicia torrentiana).
Pero en este caso, es increíble como nuestros vecinos los franceses han conseguido que Intocable (basada en hechos reales) sea la película de la que todo el mundo habla. Bien, en su propio país -donde ha sido vista por casi 20 millones de espectadores- aquí en España, Alemania, Italia, o incluso en Japón, país donde la pareja de actores protagonista: François Cluzet y Omar Sy, fue premiada.
Pero en este caso, es increíble como nuestros vecinos los franceses han conseguido que Intocable (basada en hechos reales) sea la película de la que todo el mundo habla. Bien, en su propio país -donde ha sido vista por casi 20 millones de espectadores- aquí en España, Alemania, Italia, o incluso en Japón, país donde la pareja de actores protagonista: François Cluzet y Omar Sy, fue premiada.
Lo cierto es que, bien por la crisis que nos ahoga o porque queremos creer en historias de buen rollo con happy end, la historia de este tetrapléjico burgués y de su inusual cuidador (inmigrante senegalés) ha tocado la fibra sensible de muchos espectadores. Y para ello se ha valido de su mejor arma: la química que desprende en pantalla esta extraña pareja. Un dúo que gusta porque se basa en el clásico: “los polos opuestos se atraen”. Y es que como en la también taquillera Bienvenidos al norte (Francia; Dany Boon; 2008) la gracia de esta película está en el contraste. La aristocracia francesa versus la marginalidad de la periferia de París, la música clásica vs el funky, el romanticismo epistolar vs el “vamos al grano nena”, la educación refinada vs los toques de atención con mala leche, y así sucesivamente.
Driss se marca un baile nada clásico |
Vivian no lo sabe pero tiene cosas en común con Driss |
Ahora bien, donde en otras películas de corte similar abunda la melaza, aquí, una de las bazas es el humor gamberro y en ocasiones políticamente incorrecto (bromas
discapacitados, mofa arte abstracto…) Los diálogos, otro de los aciertos, son
ágiles y muy naturales, dando mucha credibilidad a la relación surgida entre
Philippe y Driss. Una relación sin prejuicios raciales ni
condescendencia hacia el que está postrado en una silla de ruedas. Quizás por eso funcione tan bien.
Recomendado
para: Personas
ávidas de optimismo y que quieran salir del cine con una sonrisa en la cara.
Lo mejor: La interpretación de la pareja
protagonista. Algunos puntos cómicos de Driss. La banda sonora, tanto la partitura original de corte intimista como los locos temas de Driss "Ayyyyaaaa dancing in september"
¡Que bueno el paralelismo con Julia Roberts! jaja, la verdad es que con el baño y la ópera sí que se parecen. Nos gusta, porque tu crítica coge cosas de todas nuestras críticas, aunque se acerque un poco más al 6 que a los dos 9.
ResponderEliminar¡Saludos!
Sí, si que da un poco de aire a Pretty Woman, salvando las distancias claro, pero si hasta Philippe se lo lleva de compras!! Bromillas, aparte, la película está bien pero a mi parecer no para el revuelo que está formando.
EliminarSaludos!!!