DiCaprio: "Cada día quería quitarme el maquillaje y liberarme" |
Imagino que tras ver la imagen ya sabéis de qué hablamos hoy. De maquillajes que hicieron exclamar a los intérpretes que lo sufrieron ¿Qué hecho yo para merecer esto?
Eso mismo debió pensar Leonardo DiCaprio en la última película de Clint Eastwood. Para recrear a un J. Edgar ya entrado en años, el actor pasaba en la sala de maquillaje una media de cinco o seis horas al día. Y es que ya se sabe que Clint no se anda con chiquitas.
Eso mismo debió pensar Leonardo DiCaprio en la última película de Clint Eastwood. Para recrear a un J. Edgar ya entrado en años, el actor pasaba en la sala de maquillaje una media de cinco o seis horas al día. Y es que ya se sabe que Clint no se anda con chiquitas.
Otra película reciente en donde el maquillaje también es protagonista es Albert Nobbs. Por twitterland se pueden
leer comentarios como que el maquillaje de Glenn Close (nominada al Oscar a
mejor actriz por este papel) parece digno de Muchachada Nui. Exageraciones
aparte, lo cierto es que la siempre recordada Marquesa de Merteuil tuvo que
someterse a duras sesiones para dar vida a esta mujer que se hace pasar por un
hombre. Por lo menos el esfuerzo ha merecido la pena, ya que se ha nominado al maquillaje para los próximos Oscars.
Pero si hablamos de maquillajes repulsivos y formidables al mismo tiempo,
la palma se la lleva Jeff Goldblum en La mosca (David Cronenberg, 1986).
El maquillador Chris Walas, autor de criaturas tan adorables como Los Gremlins,
ganó un Oscar por este trabajo. Walas y su equipo llegaron a necesitar cinco
horas para convertir a Goldblum en un engendro repugnante. El resultado: juzgadlo
vosotros mismos.
¡Yo no soy ningún monstruo! No
soy un animal. Soy un ser humano! ¡Soy un hombre! Esta famosa frase pertenece a uno de los personajes más tristes de la
historia del cine, John Merrick, el hombre elefante. Como curiosidad, gracias
al maquillaje de esta gran película debemos que se instaurara esta categoría en
los Oscars. ¡Y esto no fue hasta 1982, año en que ganó el maquillaje de Un hombre lobo americano en Londres.
Aunque en un principio David Lynch quiso realizar él mismo el maquillaje a
partir de un molde del cuerpo de Merrick, finalmente desistió, y fue diseñado
por Christopher Tucker. El actor John Hurt lo pasó francamente mal en el rodaje. Según él fue una
dolorosa experiencia vivir como hombre
elefante. Y no solo por las siete horas diarias de maquillaje, el disfraz o
porque durante ese tiempo solo se pudo alimentar de líquidos, sino porque su
apariencia causaba rechazo entre sus compañeros de rodaje. Paradojas de
la vida, Hurt sintió en sus propias carnes lo que es ser diferente.
En la historia del cine abundan los intérpretes que alguna vez se preguntaron ¿Qué hecho yo para merecer este maquillaje? pero hay otros que
parecían estar encantados con esto de la brocha. Y si no, que se lo pregunten
al hombre de las mil caras, Lon Chaney. Él mismo configuró su maquillaje para
películas como El Jorobado de Notre Dame o (1923) o El fantasma de la ópera. También están otras como
Bette Davis. Para dar un mayor realismo a su personaje de loca en ¿Qué
fue de Baby Jane? no se desmaquillaba y las capas de polvos blanquecinos se superponían una tras otra durante la grabación. Aunque conociéndola, seguro que lo hizo para fastidiar a Joan Crawford.
Estos son solo algunos maquillajes tormentosos, y vosotros, ¿recordáis alguno en especial?
Recuerdo en mis años mozos que nos contó un maestro que en uno de los rodajes de James Bond, una de las actrices llegó a desmayarse por su vestuario que no era otro que llevar el cuerpo totalmente pintado. La pintura no dejaba respirar a su cuerpo.
ResponderEliminarY la entrañable "Máscara" con la gran recauchutada Cher: http://www.youtube.com/watch?v=uT3ZHCJqhWo&feature=related
Qué recuerdos de Máscara. La historia de Rocky siempre me emocionó.Se parece mucho también en la trama a El hombre elefante. También ganó un Oscar al mejor maquillaje, y bueno Cher ahí solo se habría operado unas diez veces o así ;). Gracias por comentar!!
ResponderEliminarY más recientemente, "El curioso caso de Benjamin Button" puso a prueba la paciencia de Brad Pitt... pero bueno, más calor pasaba Chelo Vivares dentro de Espinete y no se quejaba!!
ResponderEliminarHola Marcos, me alegra que te hayas pasado por aquí. Benjamin Button es otro buen buen ejemplo de maquillaje y de efectos digitales, y es que Brad pasaba de un viejecillo encantador a un chaval con granos :)
EliminarBesos!
Y no nos olvidemos de Mística de los X men, la pobre Rebecca tuvo que pasarlo también un pelín mal, con tanto azul por el cuerpo ;P
ResponderEliminarPues sí, los que no debieron pasarlo tan mal fueron sus compañeros de rodaje porque tras la pintura azul no llevaba mucha ropa.
EliminarLa última Mística del cine, Jennifer Lawrence, contó que su casera casi la echa del piso por cómo estaba quedando la bañera, más azul que los Pitufos!
Besos y gracias por visitar el blog.